Como propuesta poética, vamos a crear un poema u obra de arte que nos hable de la naturaleza del poder. ¿Si el poder fuera un objeto, cuál te imaginas que sería? Tal vez, pienses en función del poder como la balanza ciega que nos trata de dar justicia y nos termina aplastando o quizá para ti el poder es alas para hacer lo que sueñas.
El poder en sí no es bueno ni malo porque en moderación puede ser un instrumento de tu propia autoapropiación[1]Este es un concepto desarollado por el filósofo canadiense Bernard Lonergan. como el poder sobre sí mismo, por ejemplo, sobre nuestras emociones o reacciones. Pero también, el poder, cuando se vuelve una obsesión puede corromper y atar.
El poder te puede hacer creer que te liberará y te proporcionará lo que deseas, pero en realidad el poder te mantiene preso de la expectativa. Si no cumples lo necesario para mantener ese poder, éste se disipa como agua sucia que tratas de retener en tus manos. Creyendo que obtendrás eso que saciará tu sed, terminas sólo con el lodo que el poder corrupto te dejó. Por eso, el poder es como una espada de doble filo, y según como lo uses, será lo que te refleje.
Por eso, es interesante crear algo con ese concepto en mente. El poder puede ser algo que te ahogue y te convierta en alguien que no deseas ser o el poder puede liberar y llevarte a que seas original si este poder no te consume. Con ello en mente, ¿qué analogía podríamos crear que manifieste la naturaleza del poder? En este ejercicio, voy a mirar al poder como un candado como puedes ver en la imagen de este artículo. Tú puedes optar por usar cualquier otro objeto como una reja, o tal vez, una gaviota en busca del poder sobre sí mismo. ¿Qué objeto usarías para hacer una metáfora o analogía de la naturaleza del poder?
Si comentas en los próximos días, podrás influir en el poema que voy a crear inspirado por esta propuesta de escritura creativa. Al final, el poema que crearé será otra forma de inspiración para que logres crear tu propia obra de arte que hable sobre la naturaleza del poder. ¡Pronto nos leeremos nuevamente! Decidí usar el candado y he aquí la versión final del poema: Condenado al poder se ató. ¡Espero te inspire!
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